martes, 6 de diciembre de 2011

VIVA KITU MILENARIO!


(El llamado centro histórico de Quito, en kitu milenario ciudad ancestral solar, según Velasco y Cevallos, 2010)


QUITO NO FUE FUNDADA POR EL JUDÍO BEN AL CAZAHAR
SU FUNDADOR MÍTICO ES QUITUMBE!

HACIA LA BÚSQUEDA DE NUEVOS EQUILIBRIOS
Y A LA DEMOLICIÓN DE “LÍNEAS IMAGINARIAS” EN KITWA:
TIERRAS ANCESTRALES DE LA MITAD


La tierra sagrada que hoy llamamos Ecuador, tierra del paralelo ecuatorial, de Qui-to o tierra del centro o mejor del “Aqua d’or”: fértil territorio de las aguas áuricas, ha constituido desde tiempos ancestrales no solo lugar de encuentro para los pueblos y culturas andinas, amazónicas y del Pacífico, sino también para los pueblos de la misma Amaru-ka o “tierra de la serpiente sagrada”, aquel mágico continente que con su configuración física y sus cadenas volcánicas, representa el reptar simbólico de la serpiente Amaru y que hoy más que nunca, nos anuncia el retorno espiral del tiempo-espacio de volteo: el punto de inflexión de este nuevo X Pacha Kutik.


(El estudio pionero en los imaginarios totémicos de la ciudad milenaria de kitu, de Alfredo Lozano Castro,1992)


Sí, porque el mítico “Reyno de Quito», en el necesario construir de identidades de Juan de Velasco en el siglo XVIII; de las “Tierras del Qui” para los visionarios esposos Costales Peñaherrera a fines del siglo XX, o del “Reino de los colibríes” Quitotl, en la bella acepción del poeta andino ecuatorial Carrera Andrade que identifica un nombre maya qui-ché, Quito siempre fue, ha sido, es y será el asiento de una milenaria civilización, que hoy apenas comienza a ser develada…Y es en este nuevo tiempo, en este despertar, en este gozoso alumbramiento de una verdadera “nueva época”, donde ubicamos el sentido y valor de nuestra “Pacha tierra sagrada” ecuatorial.

Siendo constructores y reconstructores cotidianos de identidades kitwas, e internándonos como activos caminantes arco iris, en aquellos cromáticos senderos, así será como podremos encontrar el recto alineamiento hacia una sabiduría del equilibrio del ser ecuatorial dividido por las elites; de aquel ser que debe volver al saber que estuvo escondido y que hoy está volviendo a emerger en nuestra mente y en nuestro corazón y también porqué no, en nuestro territorio y, que estamos seguros, va a devenir la simiente y matriz de nuestras futuras identidades.

(La imagen del felino relampagueante Chuqui Chinchay, en la ciudad de Quito contemporánea según Lozano Castro, 1992)


De este manera, comienzan a tejerse y deshilar antiguos y nuevos relatos, mitos y leyendas de las ancestrales Tierras del Ki, búsqueda que constituye también la constatación de la mixtura y el palimpsesto que actualmente somos; el resultado de aquel feroz encuentro entre “los hijos del sol recto”, con aquellos de la barbarie hispánico occidental del siglo XVI; encuentro después del cual -queramos o no aceptarlo- quedaron definitivamente impresas en nuestros genes y en nuestra sangre nuestras identidades andina, amazónica y pacífico ecuatoriales, las mismas que en una sabia y paciente espera renacieron y fructificaron desde las cenizas de nuestros abuelos, para luego retornar con la fiereza y la rudeza del huracán.


(La cabeza del jaguar en el centro histórico de Quito, según Velasco y Cevallos,2010)


El “ser racional y cientificista” inventado y heredado del mundo greco-latino, ha estado orientado por la paranoica búsqueda del UNO no diverso, del uno absoluto y autoritario, en suma del uni-verso y nunca del “multiverso”; de aquel UNO feroz que rige en las tres belicosas religiones monoteístas del mundo actual: islamismo, judaísmo y judeo- cristianismo, que hoy se ven enfrentados en una lucha capitalista, global y maniquea por “la conquista del planeta”, en una lucha mesiánica entre los supuestos “eje del bien” y “eje del mal”, que felizmente no nos competen y peor aún deberían pre-ocuparnos.


(La extensión del cuerpo totémico felino en el Hanan Kitu, con su columna vertebral orientada hacia el axis mundi kitu kara de Catequilla,Velasco y Cevallos, 2010)


Por el contrario, el “unidiverso” andino ecuatorial con el que soñamos constituye entonces el cielo y el territorio “del otro” de la diversidad y de la variedad, del holon y de lo holístico, de aquella eufemística “alteridad” inventada por euro-occidente para sanar su culpable pecado capital, su brutal genocidio, su irrespeto por las culturas diferentes (véase “inferiores”) y a las que creyeron “civilizadamente” aniquilar, pero que hoy siguen encontrando como en el mito su cuerpo y su cabeza, luego de haber sido descuartizadas como el señor (shyri) Daquilema o el inca Ataw Allpa, y que perseveran siempre en la búsqueda de su impecable totalidad. Aquella misma totalidad que ahora nos convoca para cargarnos con la fuerza femenina de la tierra, del agua y de la luna de nuestra Patria; mas no aquella “patria” de los patricios grecolatinos, sino de la Pacha Tierra Sagrada Ecuatorial.


(El jaguar de Hanan Kitu o Quito norte, enmarcado en tres chakanas, cuyo plexo solar se encuentra en el parque "Escriva de Balaguer", según Velasco y Cevallos, 2010)


En adelante, será el kinde o kinty quien guíe nuestros pasos y domine nuestro cielo con su visionario volar; será el puma quien asuma otra vez con sus pisadas la reconstitución de los páramos, pampas y bosques andinos depredados para pastorear la gula carnívora del “conquistador”; será la serpiente cíclica que se escurre en lo celeste y en el agua de las cochas y los lagos de nuestra venerada Allpa Mama y, será en éstas y en otras páginas pioneras de una nueva simbólica quitense y ecuatorial en donde deberemos internarnos con nuestra propia creatividad para contradecir la “Historia” inventada por los pensadores de la “modernidad”, “la civilización” y “el progreso”; por las mentirosas enseñanzas de la historiografía occidental y las mismas y repetitivas ideologías euro centristas de una “novísima” post- modernidad, de aquellos historiadores masones, que nunca supieron comprender lo que significaba una “cosmovisión”, es decir una visión cósmica del ser, del vivir y del estar, del convivir sabiamente y en armonía con la naturaleza y con el cosmos: aquella de nuestros ancestros (Sumak Kawsay).


(La geometría sagrada de la estrella kitu kara, en la kancha central o "centro histórico de Quito", cabeza del jaguar, según Velasco y Cevallos, 2010)


Así, la búsqueda de nuevos imagos e identidades colectivas, aportará también a develar nuestros imaginarios totémicos urbanos que han permanecido por suerte, “ocultos” y/o deformados, en suma “intangibles” a la faz de los inquisidores de ayer y de hoy. Ahora estamos claros que la experiencia de habitar el “centro del mundo”, debió constituir para nuestros ancestros una experiencia primordial y sagrada, el conocimiento y valoración de las claves de nuestra habitación en el chakra corazón del planeta cargado con la fuerza de animales totémicos, de los cuales apenas ahora “sacamos a luz” uno: el jaguar; aquello nos permitirá gradualmente la reconstitución de las identidades quitenses primordiales y es en esa búsqueda que descubriremos el vector de nuestra organización social, política y territorial futura, es decir el estatuto ontológico de las culturas y pueblos de las tierras de KI TU de la mitad y también del Ecuador, del Equator o territorio “equilibrador” del siglo XXI.

Es en medio de la banalidad de un planeta global INDIGNADO y en crisis permanente, en aquel KAOS recurrente, -que por fortuna no es el nuestro-; es en estas tierras que constituyen el AXIS MUNDI: el punto de encuentro entre las energías “del mundo celeste” y del “mundo terrestre”, en este Equator continental nuestro, tangible y actual religado de manera indisoluble con aquel Equator intangible y ultramarino allende el océano, que han ido constituyendo nuestros compatriotas, es este el lugar que no es línea imaginaria como algún poeta despistado y funcional al sistema acuñó, es aquí donde podremos construir un nuevo mundo de acogida para los nuevos hombres “rojos, amarillos, blancos y negros” del planeta, que deseen venir a crecer en pacífica, diversa y fructífera convivencia y, es precisamente en la búsqueda de este sendero que hoy abrimos este conocimiento primordial sobre el KITU MILENARIO, donde el KITU CIUDAD JAGUAR y que es apenas UNA de las fuerzas totémicas activas que nos legaron nuestros antepasados y que hoy nos invita a seguir caminando, redescubriendo, siempre buscando en nuestro sol equinoccial la “unidiversidad”, la dualidad y la complementariedad de nuevos y deslumbrantes arco iris.


(El imaginario totémico del jaguar dibujado por un niño)


¡MILES Y MILES VOLVEREMOS! Dijo Ataw Allpa

¡YO SOY, TÚ ERES, ESTAMOS AQUÍ, HEMOS VUELTO!

Diego Velasco Andrade/Angel Cevallos Blak, arquitectos
PROYECTO GAIA, KINTY ÑAN

Kitu, Tierras de la mitad
Diciembre 6, 2011

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