sábado, 21 de junio de 2008

viernes, 20 de junio de 2008

CIENCIA ANDINA

21 DE JUNIO
!JUYAYAY! !JUYAYAY!


VIVA EL SOLSTICIO DE JUNIO


El INTY RAYMI EN LAS TIERRAS ECUATORIALES




Para los andinos ecuatoriales, el discurrir del tiempo cíclico era sagrado y a nivel solar cuatro eventos astronómicos constituían su referente para establecer las cuatro markas significativas de su calendario ritual y agrícola: los dos solsticios (el de junio y diciembre) y dos equinoccios (el de marzo y de septiembre).

Bien sabían, que a partir de que la madre Tierra Allpa Mama, no se yergue vertical en su vuelo sobre su propio eje (rotación) y alrededor del sol (traslación), la gran clave de la biodiversidad y de la existencia de climas y zonas tórridas y frías, era la inclinación de su eje axial o eclíptica y de sus movimientos pendulares alrededor de su eje (precesión) para posibilitar un equilibrio entre todas las zonas de la tierra en el tiempo espacio Pacha y por lo tanto en la distribución de las grandes épocas anuales y también en las grandes eras de mil ciclos (intis) o de quinientos ( pacha kutiks) que equilibran a los pueblos y “razas”: amarilla, blanca, negra y roja.

En los equinoccios, en estas “tierras del Ki” o del centro del planeta tierra To, el sol sale hacia el Este exactamente y cae perpendicular sobre los templos cilíndricos que desde hace siglos tenían la misión que guardar el fuego nuevo solar e iniciar el ciclo anual, especialmente en marzo Mushuc Nina. En el equinoccio de septiembre la fiesta era más bien lunar, femenina y de agua.

Pero en los solsticios, a causa de la inclinación del eje de la Allpa Mama, el sol sale en su orientación extrema en el norte y asume una dirección Nor este- Sur Oeste, iniciando así la época seca y de verano para el Ecuador y el hemisferio norte; he ahí la significación sagrada de esta dirección y época en donde las mismas plantas se orientan reverentes hacia el padre Sol en su viaje y se inician las fiestas y rituales del tiempo de calor, fuego y vientos.





A causa de la órbita de la Tierra alrededor del Sol que no es circular sino elipsoidal, esta época es también aquella en que la el sol se aleja más de la Allpa Mama (aphelio) y es por eso que hay que rogar al sol que no se vaya y vuelva pronto a estar más cerca nuestro (perhelio); por eso había que hacer los ruegos y rituales de amarrar al sol en las piedras de poder o Inti Watanas.


Diego Velasco Andrade

ki-to junio 2008

otros enlaces hermanos:

http://www.diablouma.net/intiraymi.html

jueves, 5 de junio de 2008

MITOLOGIA ECUATORIAL / QUITU MILENARIO

La gran kancha ancestral Quitu actual Plaza de la Independencia

EL ORIGEN LEGENDARIO DE QUITO

Por Juan de Velasco

Historia General del Reino de Quito, 1790


Los de Quito conservan aún la memoria de un antiquísimo
naufragio general, del cual se salvaron solo sus progenitores
en una casa de palo sobre la cumbre del Pichincha.
Según las grandes fábulas que de ellas escribió Niza, provino aquel naufragio de que los tres hijos
del primer hombre, llamado Pacha, no teniendo con quienes hacer guerra, la mantuvieron con una gran serpiente, que herida ésta con muchas flechas, se vengó vomitando tanta agua que anegó toda la tierra, salvándose Pacha con sus tres hijos y mujeres, para luego fabricar una casa sobre
la cumbre del Pichincha, donde metió muchos animales y víveres, luego de algunos días largó
el Ulluguanga —ave semejante al cuervo— y no volvió por comer los cadáveres de los animales muertos, entonces bajó Pacha con sus tres hijos hasta el plan donde es la ciudad de Quito, y que al tiempo de hacer allí la casa, para vivir todas juntos, ninguna pudo entender lo que hablaba el otro;
que separados por eso con sus mujeres, se habían establecido los tres hermanos,
y el viejo en diversas partes de la comarca, donde estaban
todavía sus descendientes.

Imaginario del templo del Sol sobre el Panecillo o Shungo Loma, Quito


FUNDACIÓN INDÍGENA DE QUITO

Centro ceremonial de Cochasqui, cerca de Quito

Por Darío Guevara
1956

Cuenta la leyenda que hace muchos,
años había un pueblo llamado Cochasquí.
Sus habitantes vieron cierta noche aparecer una estrella fugaz en el cielo. Asustados los indios corrieron a palacio y contaron al Rey lo sucedido, además lo suplicaron salvarles de la desgracia que dicha estrella anunciaba. El Rey, que también era sacerdote y brujo, les pidió tener calma y un poco de paciencia.
Él lo arreglaría todo con los dioses, para esto cogió un vaso de chicha entre sus manos, dijo unas cuantas palabras mágicas y bebió hasta quedarse
profundamente dormido.

Cacique ecuatorial con símbolos solares


Una vez despierto, el Rey contó a los cochasquíes lo que había soñado. Los dioses no están enojados con nosotros, les repitió una y otra vez. Pero nos ordenan dejar estas tierras e irnos a otro suelo más rico y hermoso. A fin de señalar ese lugar, lanzó un aerolito, valiéndose de una waraca.

En él sitio donde aquél cayera, allí deberían fundar el nuevo pueblo.

Paso a paso fueron siguiendo el camino que recorría el aerolito, hasta llegar a las faldas del volcán Pichincha. El aerolito estaba enterrado media vara en el suelo. Ese era el lugar escogido para la fundación indígena de lo que ahora llamamos Ciudad de Quito. Llenos de contento comenzaron enseguida a
construir sus chozas y a levantar los templos
a la luna y al sol.

La trama solar originaria sobre Quito (D. Velasco)

Después empezaron a cultivar para alimentarse
y así vivir como verdaderos runas (seres humanos).